Alerta contagia a Organismos Reguladores en México

El reciente derrumbe de Banco Ahorro Famsa (BAF) exige una rigurosa cautela a los emprendedores en cuanto a la cuestión bancaria. El 30 de Junio 2020 se le revocó su licencia bancaria al BAF dejando atrapados a muchos pequeños ahorradores en una situación incierta. 

El IPAB (Instituto para la Protección al Ahorro Bancario) protege el dinero de los ahorradores hasta por 400 mil UDIs, que equivale aproximadamente a 2 millones 578 mil pesos. 

Sin embargo, los que tenían puesta su confianza en esta institución bancaria y depositaron un monto mayor al garantizado, deberán esperar el proceso de liquidación para solicitar la devolución del total de su inversión. 

Además, deben colocarse en la fila de los demandantes de acuerdo al criterio de prioridades establecido en la Ley de Instituciones de Crédito de acuerdo al siguiente orden: 

  1. Empleados 
  2. Autoridades Fiscales
  3. Créditos de garantía real / hipotecarios
  4. IPAB (ahorradores hasta por 400 mil UDIs)
  5. Ahorradores con excedentes a lo protegido por el IPAB

¿Quién debió detectar a tiempo los problemas en el BAF?

Desde el 2015, aparecieron señales de alarma que nadie detectó a tiempo con inconsistencias en la base de datos del BAF, como la existencia de cuentas incobrables y un desorden en la mecánica de identificación de los clientes: errores en domicilios, datos obsoletos, clientes fallecidos, entre otros… Las cuentas incobrables del BAF en el 2015 ascendieron al 27% de la captación del banco, que trató de sanarse con aportaciones de capital por parte del grupo directivo hasta el 2020. Sin embargo, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) reportó en Agosto 2020 que el BAF presentaba un indicador de morosidad del 21% lo que la llevó a tomar medidas más drásticas. 

Los niveles de morosidad de estos bancos pueden aún estar bajo control. Pero ante la crisis económica después de la pandemia, en la que se reportará una menor actividad económica podría convertirse en un riesgo mayor para éstos y otros bancos nuevos. 

Podría esperarse que si los bancos otorgan prórrogas de pago a sus clientes, el índice de morosidad podría ser aún mayor durante los próximos meses. 

El índice de capitalización, es otro indicador que nos indica que los bancos se encontrarían bien capitalizados, si superan el mínimo requerido por la regulación de la CNBV del 10.5%.

Tenemos un sistema bancario regulado por indicadores de solvencia de acuerdo a los requerimientos de Basilea III, que son las estrictas medidas regulatorias a nivel internacional. No obstante, si suponemos que los bancos estuvieran bien capitalizados, un incremento en su porcentaje de morosidad requeriría que las instituciones financieras realicen un aumento de sus reservas para garantizar la disponibilidad de los depósitos de los ahorradores. Lo importante es estar al pendiente de la cartera vencida y la liquidez de cada institución bancaria. 

Los dos indicadores anteriores se agravan con la pandemia y la menor actividad económica, pero no son los únicos problemas que debemos considerar al evaluar una institución bancaria. El tercer peligro es la austeridad que el gobierno federal ha implementado que obstaculiza la labor de un organismo regulador de las instituciones financieras en México. 

La campaña de reducción de costos en organismos reguladores por parte del gobierno federal, con renuncia de funcionarios y despidos laborales, está debilitando la supervisión bancaria por parte de estos organismos reguladores, ante un inminente posible aumento de incumplimientos de préstamos y pagos atrasados. Por ejemplo, el número de sanciones a instituciones financieras disminuyó a la mitad desde el 2018. 

Este debilitamiento de las funciones de los organismos reguladores debe poner en alerta al emprendedor para tener cuidado y realizar una evaluación de una institución bancaria, antes de confiar en ella. 

Recomendaciones prácticas: 

  • Investigar en línea en la CONDUSEF la existencia de la institución financiera que van a elegir para operar con ella. 
  • Preguntar por el Índice de Morosidad y de Capitalización: el emprendedor debe esforzarse por identificar los indicadores claves para evaluar la salud de una institución financiera. 
  • Evitar solicitar créditos que exijan anticipos (no deben pagar anticipos ni por seguros, ni por la gestión de su crédito, o cualquier otra razón…etc.).
  • Jamás dar datos personales: los datos de las tarjetas de crédito o de débito son confidenciales.
  • Evitar realizar operaciones a través de redes sociales que sean dudosas en seguridad.
  • Leer con cuidado cualquier documento en los que se les solicite su firma.
  • Acudir a la institución financiera sin miedo pero con extrema cautela. 

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